Imagen de cabecera noticias

Evolución de los mercados financieros: cuarto trimestre 2022

01 Febrero 2023
Efectos de la guerra de Ucrania

Cerramos un ejercicio 2022 en el que lamentablemente el protagonismo ha recaído sobre la guerra en Ucrania. Al margen de las dolorosas pérdidas humanas, en lo económico, las consecuencias también han sido devastadoras.

Como venimos refiriéndonos en trimestres anteriores, el papel fundamental que juega Rusia en el mercado energético mundial, ha provocado un alza significativo de los precios del petróleo y el gas en 2022, siendo Europa la región más afectada dada su alta dependencia energética del estado ruso. Este alza ha contribuido a que el último dato de inflación de la Eurozona ascienda al 10%, frente al 5,7% más moderado de España, o el 6,5% de EEUU. Por el lado positivo, el precio del gas, pese a seguir muy caro en comparativa con los precios existentes antes del estallido de la guerra, ha ido en descenso en la última parte del año, especialmente como consecuencia de unas temperaturas en Europa mejores de las esperadas.

Ante esta situación, durante el ejercicio 2022 se han ido sucediendo continúas subidas de tipos de interés por parte de los Bancos Centrales. Así, el BCE elevaba el precio del dinero otros 125pb en el cuarto trimestre hasta cerrar el año en el 2%, niveles muy superiores a los tipos cero con los que comenzaba el año. En EEUU, la FED elevaba tipos otros 125pb en el trimestre, hasta niveles del 4,5%. Y pese a que durante los últimos meses se ha visto cierta moderación de los datos de inflación, los Bancos Centrales mantienen su tono agresivo, anticipando nuevas subidas para las próximas reuniones de febrero 2023 en su decidido objetivo de llevar las subidas de precios a niveles del 2%.

Este entorno de subidas de tipos de interés, y de retirada de estímulos monetarios, ha tenido un impacto relevante en las rentabilidades de los bonos, las cuales se han disparado a niveles no vistos desde hace varios años. En consecuencia, las valoraciones de los mismos se han visto deprimidas de tal forma que el índice de renta fija global ha cerrado el ejercicio 2022 con una pérdida histórica del -13,27%.

Este endurecimiento de las condiciones de financiación no sólo afecta a los costes financieros de las empresas, sino que también impacta negativamente en los particulares, que ven como disminuye su renta disponible para consumir. Todo ello está derivando en una ralentización económica a nivel global, cuyo riesgo principal es que nos conduzca finalmente a una recesión económica. Para evitarlo, será clave que el ciclo de restricciones monetarias no se alargue demasiado en el tiempo, y que terminen de solucionarse otros asuntos relevantes tales como el cierre económico en China derivado de su política de “Covid cero”.

Y como es lógico, una recesión económica sería el reflejo de una disminución de los beneficios empresariales, lo cual impactaría de nuevo en la valoración de las acciones de las compañías. Actualmente el consenso de mercado es optimista, y recoge en sus estimaciones un crecimiento de los beneficios de las empresas de en torno al 3%-4% para 2023. Es por ello que, ante el riesgo de una revisión a la baja de los resultados empresariales, será de vital importancia seleccionar valores resistentes a ciclos económicos adversos y con apalancamientos moderados que no pongan en riesgo la continuidad del negocio.

En cuanto a la renta variable, durante el ejercicio 2022 hemos presenciado una contracción de los múltiplos en las valoraciones, afectando especialmente a aquellas compañías calificadas como “Growth”, donde los beneficios futuros pesan más en sus valoraciones. Así el índice Nasdaq 100, compuesto por las principales compañías tecnológicas que cotizan en EEUU ha terminado el año con un desempeño negativo del -33%, frente a un -19,65% de su homólogo el S&P500, un -11,90% del índice europeo Eurostoxx50 o un -5,56% del Ibex35, muy favorecido este último por su elevada exposición al alza de tipos de interés a través de su sector bancario.

Por el lado geopolítico, los principales riesgos se resumen en que se pueda producir un recrudecimiento de las tensiones entre EEUU y China en su carrera por dominar el tablero geopolítico mundial, que China acentúe las hostilidades en Taiwán o que la guerra en Ucrania de un giro que empeore la situación, lo cual no debemos descartar.

Para finalizar, destacar que la mala evolución de la renta fija y la renta variable han convertido al 2022 como uno de los peores años en los mercados financieros de las últimas décadas. Así pues, nuestros principales planes de previsión terminaban el año con rentabilidades del -6,4% para la renta variable, del -7,6% para el plan de renta fija y del -7,7% para nuestro plan mixto, muy alejados de los índices mencionados donde las caídas han sido más abruptas. No obstante, insistir en que lo realmente importante cuando se ahorra para la jubilación es centrarse en el largo plazo, y en este sentido, gracias a las subidas de tipos que mencionábamos, se ha producido un cambio de paradigma por el cual el ahorrador conservador vuelve a disponer de opciones reales con las que preservar su patrimonio.

Noticias Relacionadas

19 Noviembre 2024
A pesar de que la evolución de la normativa de prevención laboral avanza y debería llevarnos a una actividad productiva cada día más segura, analizando las gráficas de accidentes...
12 Noviembre 2024
Es evidente que la sociedad está permanentemente evolucionando y con cada cambio se producen beneficios, pero también contraindicaciones.
31 Octubre 2024
Si en el segundo trimestre era el BCE quien iniciaba sus bajadas de tipos de interés ocho años después, el 18 de septiembre fue la FED quien comenzaba los recortes, la primera desd