Una de las principales medidas de la reforma del sistema público de pensiones de 2023 es la conocida como “destope de las pensiones”. Antes que nada, hay que aclarar que ésta es una denominación errónea por cuanto realmente ni las pensiones ni las bases de cotización para su cálculo dejan de tener un máximo, sencillamente tendrán un proceso de incremento definido en esta nueva regulación y adicional al ya existente de dichos importes por estar referenciados al IPC (Índice de Precios al Consumo).
Esta medida, que puede visualizarse en parte como una medida social por el posible aumento de las pensiones percibidas, se trata básicamente de un mecanismo macroeconómico que pretende contribuir a garantizar la futura solvencia del sistema ya que se ha configurado de manera asimétrica (el incremento de las cuotas es superior al de las prestaciones). El hecho de que el 6,8% de los afiliados a la Seguridad Social alcanzaron la cotización máxima en 2021 según la Muestra Continua de Vidas Laborales del Banco de España, supone que queden dentro del objetivo de esta reforma cerca de 1,3 millones de trabajadores, generalmente contratados por empresas de 500 o más trabajadores.
En consecuencia, la base máxima de cotización tendrá un incremento anual vinculado a la revalorización de las pensiones más un incremento adicional anual de 1,2 puntos porcentuales durante el periodo 2025 y 2050. A partir de 2050 crecerá únicamente según el IPC.
Por su parte la pensión máxima se incrementará anualmente en términos reales 0,115 puntos porcentuales cada año entre 2025 y 2050, para luego entre 2051 y 2065 experimentar mayores crecimientos con incrementos anuales entre el 3,2 y el 20.
En definitiva, el incremento de las bases y pensiones máximas es asimétrico, por lo que, en 2050 y en términos reales, el incremento de la cuota llegará a ser aproximadamente de un 35% mientras que el incremento de la pensión tan solo alcanzará en torno al 3%.
Todo ello, y según las estimaciones del Banco de España, generará un incremento de recaudación de la Seguridad Social del 0,1% del Producto Interior Bruto en 2030, llegando a alcanzar un 0,3% del PIB en 2050.