A pesar de que el desempleo registrado en España a noviembre de 2023 supera todavía los 2,7 millones de personas, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, no siempre es sencillo cubrir determinados puestos de trabajo. Según el informe de Adecco Institute sobre Necesidades del Mercado de Trabajo en 2023, hay 143.000 empleos que no consiguen ocuparse.
Esta información la vemos reforzada en el Barómetro publicado por ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos) en septiembre de 2023, donde se indica que casi la mitad de los autónomos que buscan un empleado no consiguen encontrar el personal adecuado y cerca de un tercio tiene dificultades.
Si analizamos la cuestión por sectores de actividad, vemos que determinadas actividades como el transporte, la construcción, la industria o la hostelería centran el problema, con un 85% o más de los encuestados que afirman tener problemas para contratar personal e incluso no poder cubrir los puestos vacantes.
Adicionalmente, a la dificultad de encontrar el trabajador adecuado, la excesiva rotación de personal incorpora el problema de rentabilizar la inversión que supone contratar a un nuevo trabajador. Esto se debe a que se requiere un tiempo de adaptación necesario para alcanzar la máxima eficiencia que suele oscilar entre 8 y 10 meses según indica Human Panel o alcanzar hasta los 12 meses si tomamos los estudios de Gallup.
Por último, debemos pensar que, en la mayoría de los casos, los autónomos que generan empleo, acostumbran a tener plantillas de pocos empleados, por lo que la ausencia de alguno de ellos ocasiona una dificultad superior a la que se produciría en una empresa con un elevado número de trabajadores, donde la carga de trabajo podría distribuirse entre un mayor número de personas.
El estudio conjunto de toda esta información nos lleva a la conclusión de que necesariamente debemos plantear la vinculación del talento empleado como una necesidad de primer orden para todos aquellos autónomos que requieren de trabajadores para el desarrollo de su actividad, con especial importancia si se producen alguna de las siguientes circunstancias:
- Estar encuadrado en un sector con dificultades para la contratación como los mencionados anteriormente (transporte, construcción, industria u hostelería).
- Actividades con fuerte presión de competidores.
- Número de empleados muy reducido.
- Localización de la actividad en zonas con escasa población en edad laboral o dificultades para encontrar residencia.
- Actividades que requieran de titulación pública (higienista dental, instalador de gas o conductor de carretillas elevadoras) o privada (técnico autorizado de una marca de electrodomésticos o de vehículos).
- Puestos de trabajo que requieran uso de máquinas específicas o procesos complicados que obliguen a realizar un largo periodo de formación inicial para adaptarse al puesto.
- Empleados en tareas comerciales con un importante volumen de clientes, cuya marcha de la empresa pueda representar no tan solo la fuga del empleado sino también una pérdida de la cartera comercial del mismo.
Una vez identificado el riesgo de fuga de talento, las opciones del autónomo empleador son diversas y van más allá de las lógicas cuestiones como el buen trato personal, cumplimiento regulatorio, buenas condiciones laborales y un salario en línea con el mercado. El mercado asegurador puede ofrecer recursos para ayudar, de la mano de un especialista, a preservar la relación laboral del autónomo con su empleado, incorporando al paquete retributivo productos aseguradores ajustados a diversas necesidades como, por ejemplo:
- Seguros de accidente laboral que son muy valorados en aquellas actividades que representen un riesgo para la integridad del empleado y que no suponen coste fiscal para el mismo (se trata de un rendimiento del trabajo exento en el IRPF).
- Productos de ahorro (seguros y productos de previsión) que pueden utilizarse para vincular a aquellos empleados que necesitamos mantener porque su pérdida puede afectar severamente a la continuidad de la actividad económica.
- Seguros de salud que permiten mantener la productividad y reducir, en su caso, el absentismo, así como contar con una ventaja fiscal para el trabajador por la exención (con límites) prevista en el IRPF.