Uno de los principales objetivos de la reforma de las pensiones de 2021 y 2022 era la equiparación de los ingresos medios entre los diferentes regímenes, dado que tradicionalmente las prestaciones de jubilación de los trabajadores por cuenta propia encuadrados en el RETA ha sido sustancialmente inferior a las de los trabajadores por cuenta ajena que se rigen por el Régimen General. En concreto podemos comprobar como las pensiones medias de jubilación de los autónomos se sitúan alrededor del 60% de las prestaciones medias percibidas en el Régimen General, y esto ocurre tanto en el conjunto total de pensiones como en las nuevas prestaciones de cada ejercicio.
Este es el resultado de la permisividad del sistema con los trabajadores por cuenta propia para decidir su base de cotización, que en su gran mayoría han optado por el mínimo posible para incrementar su renta disponible y muy pocos de éstos han dedicado ese ahorro a la previsión de jubilación.
Existen varios motivos por los que esta diferencia de prestaciones es difícilmente revertible en el corto o medio plazo a pesar de las reformas acometidas.
- Las prestaciones del RETA deberían incrementarse más del 50% para equilibrar la balanza y eso representa un coste muy elevado.
- Debemos tener en cuenta que las prestaciones de jubilación se definen a partir de las cotizaciones de 25 años, por lo que, aunque un trabajador por cuenta propia opte por una base de cotización igual a sus rendimientos netos mensuales, tardaría 25 años en alcanzar una base correspondiente a sus ingresos reales, o visto desde otra perspectiva cada año resuelve un 4% de su desequilibrio.
- El sistema todavía permite un margen muy grande de infracotización, especialmente para los autónomos con ingresos más elevados.
Con este escenario, el sector asegurador tiene la responsabilidad de ayudar a compensar en todo o en parte la futura prestación de jubilación de los actuales trabajadores por cuenta propia, con dos focos principales de interés:
- Los autónomos de mayor edad, dado que no tienen tiempo suficiente para incrementar su base media de cotización hasta el nivel de sus ingresos reales.
- Los autónomos con mayores ingresos, puesto que su diferencial entre los rendimientos netos y la base de cotización mínima es más elevado, lo que les permite aportar en el sector privado un porcentaje mayor para su jubilación.