El prestigioso nefrólogo José Antonio García Donaire, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, afirma sin dudar: “El deporte es longevidad, si no lo haces te mueres antes y peor, eso dicen los estudios. Hacer deporte de forma saludable debe empezar desde niños, eso es muy importante porque puede alterar hasta la mala suerte que hayamos podido tener desde el punto de vista genético”. Pero esta opinión no es sólo suya.
Recientemente se han celebrado al menos dos reuniones en las que profesionales del deporte y especialistas médicos han afirmado que un jugador de Golf llega a VIVIR al menos CINCO AÑOS MÁS que otra persona que no practica este deporte. Estas reuniones tuvieron lugar, la primera en Madrid, organizada por la Real Federación Española de Golf y la segunda en Pamplona, al amparo de la Universidad de Navarra, su Centro de Estudios Olímpicos, y la Clínica Universidad de Navarra.
La reunión madrileña fue promovida en el marco de los Desayunos Golf es Salud, y contó con una mesa redonda compuesta esta vez por traumatólogos de prestigio que tomaban el relevo a los cardiólogos de la primera sesión celebrada hace apenas un mes.
Todos estos especialistas médicos forman parte de un grupo que de forma periódica, a lo largo del año, debaten sobre los efectos beneficiosos relacionados con la salud que conlleva la práctica del golf, un deporte que se caracteriza, desde el punto de vista de la traumatología, por los bajos índices de lesiones que además, en caso de producirse, generalmente son de baja intensidad, por lo que es altamente recomendable para todo tipo de edades pero, especialmente, para esa franja de edad donde otros deportes, por su intensidad y exigencia física, quedan fuera del alcance de la mayoría de la población.
Pero “para practicar deporte, primero hay que calentar”, dejó claro el Dr. José María Silberberg, traumatólogo de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, que añadió que “lo que no es bueno es ir corriendo a practicar deporte en los veinte minutos que podemos tener libres sin calentar previamente. Hay que pensar que todos, profesionales y amateurs, necesitamos calentar”, resaltó el galeno, que recalcó que el golf “es un gran deporte para los niños desde el punto de vista mental y de sociabilidad”.
Por su parte, el Dr. Alfonso del Corral, traumatólogo con muchos años de experiencia en el deporte de élite y ex jugador de baloncesto profesional, por lo que resulta una persona muy conocida para aquellos que ya peinamos canas, subrayó que “hay que estar preparando físicamente para poder reducir lesiones. Hay que hacer mucha musculación para poder hacer determinados movimientos que sí pueden hacer los profesionales. Eso hay que tenerlo claro. Pero el deporte es estupendo, especialmente para el equilibrio mental, y tal y como va la pirámide demográfica, en el fututo serán mucho más importantes los deportes que permiten su práctica hasta edades mayores. Vamos a una sociedad con muchos jubilados con tiempo libre, y ese tiempo hay que llenarlo”.
Finalmente, el Dr. Ignacio Guerras, que además de traumatólogo es Presidente de la Federación de Golf de Madrid, puso sobre la mesa un tema importante, como es el de las lesiones específicas de cada deporte. “El golf es un deporte técnico, con un proceso de aprendizaje largo. Si aprendes sin profesor puedes tener lesiones, especialmente derivadas de dos factores: el palo –relacionado por un mal agarre– y el swing, que puede provocar problemas de columna lumbar”, indicó.
En la reunión celebrada en Pamplona también tuvimos ocasión de escuchar a otro ex-jugador de baloncesto profesional, Juan Antonio Corbalán, subcampeón olímpico, que terminó su carrera de medicina todavía como jugador en activo y Director de la unidad de medicina y ciencias de la actividad física (MyCAF) de Vithas Internacional, quien animaba a seguir un estilo de vida en el que tenga cabida “una alimentación equilibrada, el deporte y las aficiones” porque el “saber compaginar las horas de trabajo, esfuerzo y ejercicio con actividades de ocio que nos hagan disfrutar y desconectar, como salir a tomar unas cervezas con los amigos o familiares, es fundamental para mantener el nivel y recordar que tenemos una vida fuera del trabajo”.
Mencionaba la cerveza en su intervención al haberse comprobado científicamente hace poco tiempo que una cerveza sin alcohol puede rehidratar el cuerpo humano más que el agua y tanto como una bebida isotónica. “Les aseguro a ustedes que ninguno de los títulos que yo he conseguido en mi trayectoria deportiva lo he celebrado con agua” afirmó el Dr. Corbalán entre las sonrisas de los asistentes a la reunión, defendiendo a continuación que un deportista debe llevar una vida lo más normal posible y jamás aislarse de la sociedad.
Cuando uno se hace famoso se aísla, cada vez sale menos a la calle y ello conlleva que cuando lo hace, la rareza de la situación despierta todavía mayor interés, así que sale cada vez menos. Y así se genera un círculo vicioso que termina por hacer del deportista una persona inútil para relacionarse con otras o incluso para sus quehaceres más normales. Por lo tanto, después de jugar o después de trabajar hay que salir y dar una vuelta con amigos o familia, o incluso pasear sólo en ocasiones. Y hay que aprovechar estas situaciones para reponer las pérdidas hidro-minerales que se producen con el sudor y facilitar la recuperación gracias a los antioxidantes, vitaminas del grupo B y aminoácidos que proporcionan, por ejemplo, una buena cerveza sin alcohol, porque de esta forma, uno vivirá mejor y más tiempo. Hasta cinco años más en opinión de los especialistas de la Universidad de Edimburgo autores del Estudio que da título a este artículo.
Perdamos entonces el miedo al falso mito de la barriga cervecera. Una caña de 200 ml. apenas aporta 90 kcal al cuerpo humano, y si es sin alcohol el aporte se rebaja hasta las 34 kcal. Si lo comparamos con un vaso de leche entera (62 kcal), desnatada (33 kcal) o incluso un vino (75 kcal), podemos observar bien a las claras que si tenemos barriga, no es por culpa de la cerveza sino de una alimentación desequilibrada y en algunos casos de la herencia genética recibida.
Por otra parte, multitud de especialistas defienden que el practicar deporte, como amateur, es bueno para la salud siempre que no caigamos en el sobre-entrenamiento, hoy muy común a cualquier nivel si tenemos en cuenta que un profesional entrena entre 12 y 17 horas semanales y un amateur muchas veces supera, sin los oportunos controles médicos, ese ratio. Hay que cuidar mucho el cuánto, pero hay que cuidar mucho también el cómo y procurar entrenar siempre bajo el criterio de un técnico deportivo del mejor nivel posible.
Por tanto y como conclusiones:
- Haz deporte con moderación y bajo la tutela de un profesor o entrenador.
- Procura practicar un deporte que sea apropiado para tu edad, condición física y mental.
- Cuida tu alimentación para que sea equilibrada y no renuncies a tu vida social por obtener unos beneficios físicos que si no puedes mantener en el tiempo serán efímeros. Hoy día hay aplicaciones que nos permiten controlar nuestra actividad física y nutrición, que pueden ser de gran ayuda.
- Y naturalmente, contrata los seguros que necesitas para estar bien cubierto de todos aquellos aconteceres que, aún haciéndolo todo bien, pueden suceder en cualquier momento. En especial te aconsejo que contrates un Seguro de Vida y/o Accidentes y, en el caso de ser autónomo, un Seguro de Subsidio por Baja Diaria.
Joaquín Andueza
Director de Surne para Navarra, Aragón y La Rioja
Presidente de la Federación Navarra de Golf desde 2001