Hace 50 años el capitán James T. Kirk usaba su intercomunicador de muñeca en Star Trek.
Hoy Fitbit, Nike Fuelbands, Microsoft Band, Jawbone Up Move, Polar A360, Google Glass y Garmin, etc. están influyendo en cómo la gente vive y trabaja. Aunque hay muchos beneficios al utilizar la tecnología wearable, según los expertos, en la industria de seguros junto con la innovación llegan riesgos.
La tecnología wearable se refiere a los dispositivos electrónicos en miniatura que se usan debajo, encima de la ropa o se unen de alguna manera al cuerpo. Incluso pueden ser parte de la ropa. Estos dispositivos son capaces de recopilar una variedad de datos, incluyendo video y audio sobre la conducción, comer, ejercicio, otros hábitos y el comportamiento de los que los llevan. Y establecen comunicación de estos datos a través de ordenadores o teléfonos inteligentes a terceros como las compañías de seguros.
Los dispositivos más populares actualmente disponibles incluyen auriculares para juegos y entretenimiento, pulseras para el seguimiento de ejercicio y fitness, y relojes inteligentes para el control de la salud. Las gafas de Google ofrecen recordatorios de citas, informes meteorológicos, dictado, mensajería, direcciones visuales, así como fotografías y capacidades.
Los millennials están liderando este mercado de consumo. Ellos están buscando dispositivos que les indiquen su eficiencia en el ejercicio, su información dietética y médica, y también se interesan por las compras.
Dentro de los seguros hay varias áreas de uso potencial para estos dispositivos, incluyendo marketing, aseguramiento, gestión de riesgos, desarrollo de nuevos productos, etc. Todos estos wearables son realmente fascinantes desde el punto de vista de ayudar a manejar o reducir riesgos. Están ayudando a revisar la salud de la gente de una manera más rápida al poder monitorizar en remoto y en tiempo real, etc. También con ello se es capaz de manejar el riesgo general de la persona.
La tecnología Wearable ofrece además a las aseguradoras la oportunidad de agregar servicios de valor añadido, dándoles la capacidad de involucrar a los clientes de manera más frecuente. Normalmente, la única vez que nos acordamos de nuestra compañía de seguros es cuando tenemos que pagar nuestra prima o cuando tenemos un siniestro.
Las aseguradoras están repensando su modelo de negocios / ingresos para que estén vendiendo servicios en lugar de productos.
Las posibilidades son ilimitadas. Lo que necesitamos hacer es usar nuestra imaginación y pensar en ello, y repensar el proceso de negocio y el modelo de negocio.
Sobre privacidad.
Mientras, los consumidores ven beneficios potenciales de salud, seguridad y estilo de vida que prometen estos dispositivos usables, tienen preocupaciones relacionadas con la privacidad. Reconociendo esta preocupación, las empresas de tecnología han acordado que los clientes serán propietarios de todos los datos adquiridos por dispositivos wearables y tendrán control sobre la autorización del uso y el acceso de los datos.
Y al autorizar el uso y el acceso, van a esperar algo a cambio. Con lo que van a esperar a cambio será probablemente algún tipo de descuento, algún tipo de servicio, es decir algo que va a ser un valor si están dispuestos a compartir sus datos.
En Surne, los clientes disponen de una plataforma adaptada a estos tipos de dispositivos, la plataforma para la salud Moove, con la que todos nuestros asegurados podrán mejorar y gestionar sus hábitos de vida, actividad y nutrición.
Moove es una herramienta digital para smartphones, tablets y ordenadores que o bien por si sola o bien conectándola a dispositivos wearables contiene las últimas tecnologías para la prevención y el fomento de hábitos de vida saludables. De esta manera se fomenta la interrelación entre la compañía y sus asegurados, Surne añade estos innovadores recursos con el objetivo de ofrecer la mayor seguridad, tranquilidad y calidad de vida a sus clientes.
Como diría Kirk “No existe lo desconocido, sólo lo temporalmente desconocido”
