No viene mal hablar de un poco de historia y curiosidades sobre el mundo del seguro en nuestro blog, por eso nos hemos planteado cómo surgió el seguro actual tal y como lo conocemos. Hoy todos estamos acostumbrados a la fórmula de los seguros actuales: pagar una pequeña cuota para que en caso de un accidente, o desgracia inesperada, obtener una compensación económica, pero ¿cuándo empezó todo esto? ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿qué tuvo que pasar para que los seguros se extendieran y todo el mundo comprendiese que son necesarios para poder vivir tranquilos?
Londres. Septiembre de 1666. Un gran incendió destruyó más de un tercio de la ciudad, y cerca estuvo de acabar con ella totalmente. El incendio duró tres días y arrasó unas 13.200 casas y 90 iglesias: toda la ciudad medieval ubicada dentro de la antigua muralla romana quedó reducida a cenizas.
La devastación fue total. Se estima que además de las casas y las iglesias ya comentadas se destruyó la casa de aduanas, la catedral de San Pablo, el ayuntamiento, cuatro puentes, cárceles y tres de las puertas de la ciudad. La cifra de damnificados se elevó hasta los 80.0000, una barbaridad para aquella época en que los habitantes totales eran 500.000.
Tras los tres días del incendio y una vez sofocadas las llamas, la labor de reconstrucción por delante fue titánica y de esa labor surgió la city tal y como hoy la conocemos. Pero algo más ocurrió tras aquel desastre; Nicholas Barbon, médico, fundó en plena reconstrucción (1680) la primera compañía en comercializar seguros contra incendios: Phoenix (un nombre muy apropiado). Barbon concibió un seguro dedicado a las clases medias que no tenían el poder económico de la burguesía y estableció el pago por su servicio en pequeñas cuotas para que pudiera ser asumido por la población. Además mostró su compromiso con la seguridad y la prevención instalando depósitos de agua por la ciudad y poniendo su sello de “Casa asegurada contra Incendios” Aún hoy en día podemos ver placas y sellos de compañías de seguros similares en antiguos inmuebles de nuestras ciudades.
Así pues, de una gran desgracia surgió una nueva área de negocios, que dura hasta nuestros días y nos permite saber que podemos estar tranquilos ante cualquier imprevisto que pueda surgir. Hoy por hoy tenemos a nuestra disposición, no sólo ya el seguro de hogar, sino cualquiera que queramos obtener. Autos, seguro de vida, seguro de accidentes, seguro de dependencia... Tan sólo hay que comparar, valorar y saber con qué aseguradora puedes obtener la tranquilidad y seguridad que deseas